Desde la antigüedad y hasta el día de hoy se sabe que las propiedades de la miel abarcan beneficios nutricionales, antibacterianos y antiinflamatorios. Además, la medicina moderna recomienda incluir la miel en nuestra dieta y es un gran tratamiento alternativo para la salud del pelo, la piel y el estómago.

¿Qué es la miel?
La miel es una sustancia dulzona y ligeramente densa que producen algunas abejas en el mundo a partir del néctar azucarado de las flores y la melaza. Las abejas melíferas son las productoras que mejor conocemos y las que se encargan de acumular miel en sus colmenas para alimentar a la colonia en invierno.
No podemos entender bien qué es la miel sin tener en cuenta todo el proceso de elaboración, que primero se deposita el néctar en las celdas de los panales y, al cabo de un tiempo, se va dejando que el néctar pierda humedad (hasta el 18%) para convertirse en un fluido espeso que llamamos miel.
¿La miel tiene azúcar?
Sí, la miel tiene azúcar. No obstante, no es el mismo tipo de azúcar que pone en riesgo nuestra salud (azúcar blanco). Mientras que el azúcar está compuesto por fructosa y sacarosa, la miel es rica en fructosa, glucosa, maltosa y agua, además de todos los minerales, carbohidratos y vitaminas que contiene.

Esta extensa lista hacen que las propiedades de la miel sean beneficiosas para nuestra salud. Si notamos que la miel es tan dulce como el azúcar se debe al néctar o a la melaza que recolectan las abejas. Estos residuos líquidos están hechos de sacarosa, fructosa y glucosa con el objetivo de atraer a los polinizadores.
¿Cómo se recolecta la miel?
La miel comercial que las personas recolectan para su consumo normalmente está almacenada en colmenas de abejas melíferas. Estas abejas están domesticadas y su crianza forma parte del campo de la apicultura, que es un trabajo que se lleva desarrollando y perfeccionando desde la prehistoria.
Las abejas melíferas tardan una media de 45 días en elaborar miel y cada año pueden producir una media de 29 kilogramos de miel. Para que los apicultores puedan recolectar la miel, primero suelen utilizar un ahumador de abejas (que libera humo) para inhibir las feromonas de las abejas y hacerlas más dóciles.

Después, los apicultores se acercan a las colmenas y retiran los panales, donde se almacena la miel. Para extraer la miel de las celdas de los panales, se puede usar un extractor de miel o simplemente se tritura para romper los cristales endurecidos y la cera de abejas. Así se forma la sustancia densa y fluida que conocemos.
9 Propiedades de la miel
La miel tiene un alto contenido en azúcares, ácidos orgánicos, minerales (fósforo, calcio, magnesio, hierro, etcétera) y vitaminas (C, B1, B2, B3, B5), entre otros componentes. Por eso, las propiedades de la miel son muchas y beneficiosas para mejorar nuestros hábitos alimenticios y mantener una buena salud.
Es un potente antioxidante
Los ácidos fenólicos y los flavonoides son responsables de las propiedades antioxidantes de la miel, que nos ayudan a luchar contra la oxidación de las células y reducir el riesgo de padecer problemas de corazón, cáncer, cataratas, inflamaciones y debilidad en el sistema inmunológico, entre otras cosas.
Regula el azúcar en sangre
La mezcla de azúcares (sacarosa, fructosa y glucosa) que contiene la miel nos sirve para equilibrar los niveles de azúcar en sangre mejor que otros tipos de azúcar, ya que aumenta los niveles de adiponectina. Esta hormona es la encargada de bajar la inflamación y mejorar la regulación del azúcar en sangre.
Es un afrodisíaco
Como la miel contiene boro, vitaminas del grupo B, óxido nítrico y azúcares, los niveles de testosterona aumentan, nuestro cuerpo gana más resiliencia y sentimos un mayor deseo sexual. Estas propiedades de la miel ya fueron mencionadas en la Biblia y aparecen descritas en el Kamasutra.
Fortalece el corazón
Como la miel equilibra los niveles de azúcar en sangre, el riesgo de tener la tensión alta, colesterol y triglicéridos, así como de padecer enfermedades cardíacas se reduce. Las propiedades de la miel ayudan a regular los latidos del corazón y a prevenir la muerte de las células sanas dentro del corazón.
Acelera la cicatrización de heridas
Ya desde el Antiguo Egipto la miel se ha utilizado como tratamiento eficaz para cerrar heridas y sanar quemaduras debido a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, que caracterizan a las hierbas antiinflamatorias. Se recomienda usar miel tópica para tratar úlceras, psoriasis y problemas de herpes.
Recupera el brillo del pelo
Incorporar la miel a nuestro aseo personal es una buena idea para aprovechar sus propiedades emolientes y humectantes, que nos ayuda a suavizar y restaurar el brillo natural del pelo si lo tenemos encrespado o seco. Las vitaminas y nutrientes de la miel también protegen el cuero cabelludo y previenen la caspa.
Te recomendamos combinar la miel con las propiedades del té de abedul para recuperar la salud capilar.

Disminuye la tos
Cuando padecemos una infección en las vías respiratorias, uno de los síntomas principales suele ser la tos. Ingerir una sola cucharadita de miel al día puede ayudar a disminuir la molesta tos, calmar la garganta y mejorar la calidad del sueño gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.
Es un buen prebiótico
Las propiedades antiinflamatorias y antibacterianas de la miel sirven para mejorar la digestión, curar la diarrea, nutrir las bacterias buenas del intestino y reducir la inflamación gastrointestinal. La miel es un prebiótico que favorece la microbiota y tiene oligosacáridos no digestivos que se fermentan en el colon.
Combate el acné
Las propiedades antioxidantes, antisépticas y antibacterianas de la miel son parecidas a las propiedades de la manzanilla porque con las dos combatimos el acné, limpiamos los poros y mantenemos la piel hidratada todo el día. Las propiedades de la miel también reducen la irritación de las infecciones cutáneas.

¿Qué pasa si tomo miel todos los días?
Aunque ya sabemos que las propiedades de la miel son beneficiosas para la salud, no se recomienda consumir más de 9 cucharaditas (36 gramos) al día. El exceso continuado de miel puede causar picos altos de azúcar en sangre, alergias, aumento de peso, caries y diarrea debido a los azúcares que contiene.
Contraindicaciones de la miel
El consumo excesivo de la miel tiene efectos secundarios que son contraproducentes para el buen funcionamiento del organismo, produciendo una intoxicación que vemos repetidamente en el consumo de la miel loca y que son la sensación de dolor en el pecho y una bajada repentina de la tensión arterial.
Aplicar la miel en la piel o en el pelo no tiene efectos adversos registrados. Se recomienda que la miel no forme parte de la dieta de los niños hasta que no hayan cumplido al menos el año de vida. Las personas que tienen diabetes tipo 2 deben consumir miel de forma moderada para controlar el azúcar en sangre.