La tomatera crece a un ritmo tan rápido y se vuelve tan grande que, a veces, es normal preguntarnos si deberíamos podarla. Hay quienes deciden no hacer nada, pero algunos estudios recientes indican que saber cómo podar tomates puede marcar la diferencia en la calidad y en el tamaño final de nuestros tomates.
Pero, para ayudar a nuestra planta a desarrollar los tomates mejor sin riesgos de que enferme, es crucial que conozcamos las técnicas de poda adecuadas y aprendamos a evitar los típicos errores que solo van a empeorar el estado de nuestra tomatera. No te preocupes, porque estas técnicas son seguras y mejorarán tu planta.

Cuándo podar tomates
La poda de una tomatera debería empezar desde que mide entre 30 y 60 centímetros, que es cuando ya habrán salido las primeras ramas del tallo princial y la planta está lista para recuperarse de los cortes.
Aunque la frecuencia de la poda variará dependiendo de la especie de la tomatera y su ritmo de crecimiento, lo normal es que la primera poda anual tenga lugar a principios de julio. Aquí es cuando brotarán las flores y podremos manipular mejor las ramas. Las siguientes podas continuarán cada quince días.
Además, el mejor momento del día para podar los tomates es a primera hora de la mañana, cuando no haya humedad. Así las heridas de la poda se curarán bien y no habrá riesgos de infecciones por enfermedad.
Un consejo: A final de temporada, hacer una poda más a la tomatera mejora el cultivo de la siguiente tanda de tomates. Con esta información te será más fácil entender cuándo podar tomates.
Si no queremos contratar una empresa de jardineros para que hagan esta labor por nosotros, a continuación vamos a aprender cómo podar tomateras.
Cómo podar tomates
Antes de comentarte las mejores técnicas de poda de tomates, debes saber que no todos los tomates requieren poda. Las tomateras indeterminadas, que se caracterizan por producir tomates durante toda una temporada y las plantas no dejan de crecer nunca, sí que necesitan obligatoriamente podarse.
Principalmente, hay dos maneras distintas en que podemos podar nuestros tomates:
- La poda normal consiste en podar los chupones de la tomatera, los cuales se encuentran siempre entre las ramas y el tallo principal. Podando los chupones conseguimos que las partes más desarrolladas de la tomatera que están produciendo tomates tengan más energía y espacio.
- La poda de Missouri consiste en podar la punta de los retoños para dejar solo unas hojas que protejan a los tomates del sol intenso. Utilizaremos esta poda cuando no hayamos podado la tomatera a tiempo y hayan muchos retoños. Como solo cortamos la punta de los retoños, tendremos que hacer podas continuas.

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Por qué quitar los chupones
Los chupones de la tomatera siempre crecen en las partes de la planta que hacen forma de V. Los quitamos porque, con el tiempo, estos chupones se convierten en ramas que sobrecargan la tomatera, quitan nutrientes a ramas mejor desarrolladas y no permiten que el sol y el aire lleguen a todo el follaje por igual.
Para no estresar la planta, intenta quitar los chupones cuando son pequeños.
Por qué quitar los retoños
Por retoño de la tomatera nos referimos a los pequeños brotes de la planta. No siempre es necesario quitarlos, pero si queremos saber cómo podar los tomates para que engorden y no solemos practicar podas en nuestra tomatera, tendremos que animarnos a quitarle peso a la planta de esta manera.
Es importante que solo quitemos las puntas de los retoños para no estresar la planta ni producirle posibles heridas difíciles de cerrar que, en el peor de los casos, podrían convertirse en enfermedades fúngicas.

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5 Errores que evitar al podar tomates
Aunque saber cómo podar tomates no es difícil ni exige experiencia previa, es cierto que hacerlo sin cometer errores asegura la salud y el crecimiento de la tomatera. También lograremos prevenir la aparición de enfermedades y del contagio de hongos en las hojas. Estos son los errores que hay que evitar.
1. Podar las tomateras determinadas
Las tomateras determinadas no necesitan poda. Este tipo de tomatera es la que cultivamos en maceta y tiene forma de arbusto ya que, al contrario que las tomateras indeterminadas, su crecimiento es limitado.
Lo único que podemos hacer para mejorar el cultivo de las tomateras determinadas es pinzar los retoños que aparecen bajo el primer racimo de flores. No hay que pinzar los retoños que están encima del primer racimo de flores porque estaremos reduciendo la cantidad de tomates que la planta puede producir.
Si no entiendes qué significa eso de pinzar, aquí te dejamos la técnica de pinzado para plantas.
2. Podar las tomateras mojadas
No debemos podar tomates cuando haya llovido o hayamos regado la planta. Si lo hacemos, estamos atrayendoenfermedades de hongos y bacterias que son peligrosas para la vida de la tomatera. Saber cómo podar tomates ayuda a mejorar la corriente de aire en el follaje para evitar la proliferación de hongos.
Pero si la humedad fuera demasiado alta, otra alternativa es pinzar las hojas bajas de la tomatera que están tocando el suelo mojado. Así reduciremos todavía más la propagación de enfermedades indeseadas.
3. Utilizar tijeras poco afiladas o sucias
Seguramente ya hayas oído esto, pero es importante que la herramienta que usemos para podar los tomates esté bien afilada (para que el corte sea limpio) e higienizada (para no propagar enfermedades de una planta a otra). Incluso puedes aplicar aceite de cuchillas a las tijeras para evitar la oxidación y manipularlas mejor.

4. Esperar demasiado a podar los tomates
No intentes posponer la poda de tomates, porque las ramas de la planta irán creciendo hasta volverse demasiado grandes y pesadas. Esto hace que la tomatera sea tan espesa que ni el aire ni la luz pueden atravesarla. También te recomendamos podar los tomates a tiempo para que luego no sea una tarea tediosa.
Podar los retoños ayudará a que la planta produzca un mayor número de tomates más grandes.
5. Excederse en la poda
La tomatera necesita cierta cantidad de hojas para que los tomates estén protegidos del sol intenso, el cual puede producirles quemaduras. Además, podar en exceso también puede acabar con la vida de la tomatera, algo a lo que no queremos arriesgarnos. Por eso, nunca debes podar más de un tercio de la planta.
¿Sabías que, aunque la tomatera es una de esas plantas de sol directo, la iluminación excesiva no permite que salgan tomates y la sombra de las hojas puede evitar precisamente esto?
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