La gardenia es una planta ornamental amada en todo el mundo y también se ha ganado la fama de ser una de las flores más delicadas que podemos intentar cuidar. Como tal, las enfermedades de la gardenia son variadas.

Gran parte de las enfermedades que afectan a la gardenia se deben a un cuidado incorrecto de la planta, como un riego inadecuado o un pH demasiado alto. En este artículo te decimos los pasos que tienes que seguir para cuidar la gardenia y que te dure mucho, mucho tiempo.
Como puedes intuir, algunas enfermedades de la gardenia tienen fácil solución.
¿Las vemos?
Clorosis
La clorosis es una falta de hierro grave en la gardenia. Se suele producir porque el pH de la tierra es demasiado alto para este tipo de planta y las raíces no pueden absorber el nutriente.

Hay varias maneras de saber si la gardenia padece de carencia de hierro. Cuando vemos que la gardenia tiene hojas amarillas y ha perdido el color verde inicial es un claro síntoma.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Lo primero que tenemos que hacer es bajar el pH de la tierra. La mayoría de las plantas están cómodas con un pH neutro (+7), pero la gardenia necesita un pH ácido (5 – 6).
Aquí hay varias formas naturales para hacer que el pH de la tierra sea acídico.
Si todo esto no funciona porque la gardenia está muy grave, tendrás que aplicar un fertilizante quelatado para recuperar la planta.
Para prevenir otro futuro brote de clorosis es extremadamente importante que corrijas el problema del pH de la tierra. Siempre asegúrate de que la tierra es acídica y que está entre los niveles 5 y 6.
Mildiú polvoroso
Esta enfermedad fúngica se produce en la gardenia cuando la corriente de aire es mala y la humedad se acumula en el follaje. Esta humedad acumulada facilita la aparición del hongo.

El mildiú polvoroso se presenta con una capa blanquecina. Estas hojas blancas de la gardenia solo se mantienen si el exceso de humedad no se elimina, ya que el hongo se alimenta de la misma.
Vamos a poner fin al mildiú polvoroso con estas soluciones:
- Si tu gardenia está en casa, prueba alejarla del resto de plantas, de paredes, etcétera. Haciendo esto buscamos que mejore la circulación del aire dentro de la planta.
- Intenta subir la temperatura si es demasiado baja. Aumenta la luz que recibe la gardenia y evita un ambiente demasiado húmedo, como el de la cocina o el cuarto de baño.
Para prevenir este molesto hongo que va debilitando la gardenia, Plantasconflores.com te recomienda utilizar aceite de neem como pesticida natural y así alejar toda clase de plagas.
Mosca blanca
La mosca blanca es una de las plagas que comúnmente pueden afectar a la gardenia. Esta invasión también conlleva la molesta producción de hongos que ponen en riesgo su vida.

Los síntomas de infestación son las hojas amarillas de la gardenia, la falta de coloración y la presencia de una sustancia pegajosa. Finalmente aparecen hojas secas en la gardenia hasta que se caen. Pero la prueba más clara es ver moscas blancas volar cuando agitamos las hojas.
- Pulveriza el follaje dañado de la gardenia con jabón de potasa mezclada en agua.
- Emplea trampas para moscas.
- Prueba el aceite de neem, útil para acabar con las plagas.
Siempre observa el envés de las hojas para saber si hay algún tipo de plaga presente en la gardenia, como la plaga de la mosca blanca. Actúa con insecticidas adecuados para la eliminación.
Myrothecium roridum
Si has visto que tu gardenia tiene hojas quemadas y también has observado unas manchas marrones en las hojas de la gardenia, es posible que la planta tenga un hongo parásito.

Este hongo se transmite por el suelo y produce pardeamiento, clorosis y marchitamiento. Fertilizar la planta excesivamente puede empeorar la enfermedad que produce la myrothecium roridum.
El tratamiento que se debe seguir para sanar la gardenia es rociar las partes de la planta dañadas con oxicloruro de cobre dos o tres veces durante 15 días.
Se cree que la humedad y el calor promueven aún más la invasión del hongo.
Pulgón
La aparición del pulgón es muy común y los síntomas que da los tenemos que buscar en las hojas. Si la gardenia tiene las hojas arrugadas, pegajosas o deformes es posible que haya pulgones.

Si también vemos que le salen hojas negras a la gardenia esto indica la presencia de la negrilla, un hongo que se desarrolla a partir de la melaza que dejan los pulgones en la planta.
- Tanto para eliminar la plaga de pulgones como la presencia de la negrilla en la gardenia necesitamos ir a la raíz del problema. Emplea un insecticida con materias activas como el acefato o el metomilo y pulveriza el follaje de la planta.
- Si prefieres una solución natural, elimina el pulgón pulverizando el follaje de la planta con jabón potásico. Empieza por las hojas jóvenes y termina con el envés de las hojas.
Una manera efectiva de prevenir la plaga de pulgones es hacer una infusión de ajo y pulverizar la planta durante 5 días máximo, cuando la luz del sol no sea directa.
Ácaro de araña
La plaga de ácaros (Tetranychus urticae) es usual en épocas de verano, calor y sequedad. Si la gardenia es de interior, la exposición a infestaciones de ácaros puede ocurrir durante todo el año.

Cuando hay problemas de ácaros veremos que la gardenia tiene hojas amarillas con manchas que pueden llegar a doblarse hacia adentro. También se presentan telas de araña y es muy posible que los brotes se caigan antes de florecer.
- Una solución útil a largo plazo es quitar todos los brotes de la gardenia durante dos semanas para retirar todo alimento a los ácaros y que se vayan de la planta.
- Y si quieres, puedes lavar la planta con agua y un jabón insecticida para espantar los ácaros, siguiendo las instrucciones.
Raíz podrida
La raíz podrida de una gardenia se produce cuando se riega en exceso y/o el drenaje es malo. Estos factores provocan la asfixia de las raíces que, además, atraen a hongos patógenos.

Estos hongos hacen que las raíces se ablanden o se vuelvan oscuras. Si ves que tu gardenia está amarilla, que se produce un decaimiento general o que marchita de golpe, lo puede estar produciendo este problema de las raíces podridas y sus consecuentes hongos.
- Para intentar salvar tu gardenia, cava la tierra, saca la planta y corta las raíces que estén visiblemente dañadas. Después envuelve el resto de raíces en papel de cocina y déjalo así durante 24 horas para que absorba todo el agua.
- Al pasar las 24 horas, quita el papel de cocina y replanta la gardenia en tierra nueva. Utiliza un buen sustrato que permita que el agua se drene correctamente.
Para que no se repita estas enfermedades de la gardenia, el riego tiene que estar controlado. Siempre toca las dos primeras capas de tierra y riega solo si las notas completamente secas.
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